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Daisy Isacovici, oriunda de la sierra ecuatoriana, realizó sus estudios universitarios en Canadá, donde conoció a Robert, de Montreal. Mientras estudiamos y trabajamos en nuestras profesiones de medicina y terapia ocupacional, planificamos viajar durante un año. Pronto Sudamérica nos cautivó y el 'año' se hizo elástico, extendiéndose desde 1987 hasta el presente. En el camino nos hicimos corresponsales del South American Handbook y, luego, autores y cartógrafos de varias guías turísticas acerca del Ecuador, Perú y Bolivia.
Entre tantos aspectos placenteros de viajar, las caminatas (trekking) son lo que más nos apasiona. Daisy inició sus experiencias de caminante a la edad de de cinco años y enseguida cayó en una quebrada. Para evitar semejantes inconvenientes y porque nuestra formación nos prepararó para otra clase de deasfíos, seguimos nuestra educación en el National Outdoor Leadership School (NOLS) en EE.UU.
Para nosotros, las caminatas son mucho más que una forma de turismo, deporte, o diversión. Nos atrae la libertad que nos brindan nuestras mochilas. Nos gusta llevar a cuestas todo lo necesario, fiarnos en nuestras habilidades para disfrutar en forma segura de un largo trayecto, sumergirnos en la soledad y el ritmo del sendero. Siempre curiosos, buscamos nuevas rutas, nuevas experiencias, y nuevas oportunidades para contactos interculturales.
Nos encanta la naturaleza. Para algunos, la espiritualidad es una búsqueda de experiencias sobrenaturales; en nuestras vidas, las maravillas ilimitadas del mundo natural alimentan nuestra espiritualidad. Nos encantan los desafíos: atravesar un paso (abra) más alto, fotografiar una minúscula flor o un pájaro asustadizo, crear un mejor mapa, y el desafío de adaptarnos a lo inesperado. ¡Sobre todo, estamos agradecidos por el privilegio de caminar y viajar juntos!
Una de las pocas cosas que nos apasiona más que viajar y caminar es contar una buena anécdota. En nuestros libros relatamos nuestros cuentos e invitamos a nuestros lectores a compartir nuestra pasión por Sudamérica. ¡Después de tantos años, sigue cautivándonos!
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